Historia del Corral de Comedias
El Corral de Comedias de Almagro, erigido en 1628, es probablemente el único teatro del Siglo de Oro que se conserva intacto en el mundo. Un auténtico templo del arte escénico que sigue ofreciendo representaciones todo el año, con la atmósfera original que enamora a actores y espectadores desde hace generaciones.
Un legado cultural único
Teatro y tradición
El Corral de Comedias de Almagro se convierte cada julio en el epicentro del teatro clásico con el prestigioso Festival Internacional. Además, durante el resto del año, los fines de semana se pueden disfrutar representaciones de los textos más destacados del Siglo de Oro español, a cargo de Umbra Teatro y la Fundación Siglo de Oro.
El Corral de Comedias de Almagro es uno de los tesoros más singulares del patrimonio teatral español, un espacio único que ha resistido al paso del tiempo para convertirse en un símbolo vivo del Siglo de Oro. Situado en el corazón de la histórica villa de Almagro, este corral es el único en Europa que conserva su estructura original desde el siglo XVII, testigo mudo de siglos de representaciones, cultura y tradición.
Inaugurado en 1628, el Corral de Comedias se construyó inicialmente como una posada con un pequeño escenario para ofrecer entretenimiento a los viajeros que recorrían la región. Su diseño, característico de los teatros al aire libre de la época, cuenta con un patio central rodeado de galerías de madera, donde los espectadores se agrupaban según su rango social. Desde nobles hasta comerciantes, todos se reunían aquí para disfrutar de las populares comedias de Lope de Vega, Tirso, Cervantes, Calderón de la Barca y otros grandes dramaturgos.
Con la llegada de nuevos estilos teatrales en el siglo XVIII, el Corral de Comedias cayó en desuso, pero su espíritu nunca se apagó. En el siglo XX, gracias a un esfuerzo conjunto de historiadores, arquitectos y amantes del teatro, el corral fue restaurado y declarado Monumento Nacional en 1955. Esta restauración permitió recuperar su esencia original y devolverle el lugar de honor que merece en la cultura española.


1628. Construcción
Investigaciones históricas realizadas a finales del siglo XX dieron a conocer la fecha de construcción del Corral, así como multitud de detalles sobre sus orígenes y evolución.
El teatro se construyó en 1628 mediante la ampliación del conocido hasta entonces como Mesón del Toro tras la adquisición de propiedades vecinas, tarea que realizó don Leonardo de Oviedo, clérigo presbítero de la desaparecida y cercana parroquia de San Bartolomé el antiguo. Descendiente de una familia de origen judío, para las obras de construcción del teatro llegó a realizar un desembolso de 5.000 ducados, una auténtica fortuna de la época.


La primera representación de la que se tiene referencia fue a cargo de la compañía de Juan Martínez en 1629, una de las doce compañías "de Título".
La temporada comenzaba el domingo de resurrección y terminaba el miércoles de ceniza.
De octubre a abril la comedia empezaba a las dos de la tarde, en primavera a las tres y a las cuatro en verano, para finalizar antes de la puesta de sol. Su duración estaba entre cuatro y seis horas.
La estructura de una función era: Loa, primera jornada (acto), entremés, segunda jornada, jácaras o mojigangas, tercera jornada y baile final.
1629. Inauguración
El precio de la entrada no era un precio global como hoy lo conocemos. Entonces se pagaban distintas entradas: una a la entrada, otra para la hermandad o beneficiario y otra para sentarse. La compañía raramente llegaba al 20 % de lo recaudado.
En Almagro, al existir estudios universitarios, durante época de exámens estaba prohibido representar entre semana para que los estudiantes no se distrajeran.
Dos de las figuras más características de los corrales eran:
El mantenedor del Orden. Mozo recio del lugar que, provisto de un buen garrote, templaba los ánimos de todos aquellos que se exaltaban.
El apretador. En los corrales de comedias del Siglo de Oro, como el de Almagro, el apretador tenía una misión muy clara: "apretar" al público, cuantas más personas cupieran, mayor era el beneficio económico para el dueño del teatro. Con humor y cierta insistencia, el apretador caminaba por el patio durante el acceso del público, lanzando frases ingeniosas y cómicas. Se le consideraba casi una figura teatral más, no solo por su función práctica —llenar hasta el último hueco—, sino por el ambiente animado que contribuía a crear. Hoy en día, se le recuerda como parte del bullicioso y pintoresco mundo del teatro del Siglo de Oro.
En el Corral de Comedias, hombres y mujeres debían permanecer separados durante las funciones. El patio —conocido como patio de los mosqueteros— era ocupado por los hombres, principalmente de pie, aunque también podían sentarse en bancos o en las gradas laterales situadas junto a las paredes del patio. Las mujeres, en cambio, se ubicaban en la cazuela, una grada situada al fondo del primer piso, reservada exclusivamente para ellas. El único espacio compartido por ambos sexos eran los aposentos o corredores, ubicados en las galerías, a izquierda y derecha del primer y segundo piso.
No se permitía la entrada de niños al Corral de Comedias, ni siquiera acompañados por adultos. Las representaciones estaban reservadas exclusivamente para el público adulto.

Configuración Corral de Comedias
El Zaguán. Acceso desde la calle al recinto, hoy en día es la recepción de visitantes y taquillas para las funciones de teatro.
La Alojería.: Soportal frente al escenario donde se vendía, además de fruta y frutos secos, la Aloja, bebida elaborada con agua, miel y especias, probablemente sin alcohol.
Patio de los Mosqueteros: Patio central del edificio que por tener los precios más baratos ocupaban de pie los hombres de clase social más baja. Si pagaban algo más, podían sentarse en gradas bajo los soportales.
"...concurren en ellos con su capa, espada y daga y todos se llaman caballeros, hasta los zapateros, y éstos son los que deciden si la comedia es buena o mala; y a causa de que la silban o aplauden, son llamados Mosqueteros, de suerte que la fama y opinión de estos poetas depende de ellos..."
La Cazuela de la Mujeres: El primer corredor frente al escenario ocupado por mujeres que accedían a él por una entrada diferente a la de los hombres, por no permitirse en el recinto la relación entre ambos sexos. La “cazuela” de las mujeres era un espacio cerrado, muchas veces con poca ventilación y muy concurrido, lo que hacía que se concentraran olores intensos del calor humano. Por eso, algunos cronistas o estudiosos del teatro del Siglo de Oro sugieren que el nombre “cazuela” también podría hacer alusión a esa mezcla de olores que se generaba al estar tantas mujeres juntas en un espacio reducido, como si el ambiente “hirviera” como una olla.
La Tertulia o Desván es el corredor sobre la Cazuela de la mujeres, fondo del segundo piso, lo ocupaban gratuitamente el clero y autoridades.
Los Aposentos o Galerías: Corredores a modo de palcos en altura, a derecha e izquierda y de mayor precio que el resto de las localidades, reservados a familias de mayor poder adquisitivo, comerciantes, militares, funcionarios, gente de un nivel social más elevado caso de los “principales de la ciudad” (regidores y alcaldes del concejo). Allí sí podían mezclarse hombres y mujeres. Haciendo gala de su posición social, lugar privilegiado para ver y ser vistos.
Los aposentos privados: Situados en los laterales del escenario y se alquilaban sólo a familias nobles, por un periodo determinado de tiempo. Las tupidas celosías permitían ver sin ser vistos. Poseían accesos independientes del resto del edificio para mantener el anonimato de sus ocupantes.
1954. Restauración
El año 1954 marcó un hito en la historia cultural de Almagro con la reinauguración oficial del Corral de Comedias, tras una meticulosa restauración que rescató este emblemático espacio del olvido. Declarado Monumento Nacional en 1955, el Corral renació como símbolo vivo del teatro clásico español, devolviendo a la ciudad y al país una joya única del Siglo de Oro.
La ceremonia inaugural fue un evento cargado de emoción y solemnidad. Autoridades locales, expertos en patrimonio, amantes del teatro y vecinos de la villa se congregaron para celebrar el renacer de este espacio que durante siglos había sido el corazón cultural de la región




El Corral de Comedias de Almagro, se restaura y rehabilita como Corral de Comedias en 1954, reinaugurándose el 29 de mayo de ese mismo año con "La Hidalga del Valle" de Pedro Calderón de la Barca.
El 27 de mayo de 1955, por iniciativa de Jacinto Higueras Cátedra, director del Teatro Español Universitario, vuelve la actividad teatral a este Corral de Comedias con la representación de dos entremeses de Miguel de Cervantes, "La guarda cuidadosa" y "El retablo de las maravillas", por la compañía del Teatro Español Universitario que el dirige.
En vista del gran éxito que obtienen con los entremeses de Cervantes comenzará a partir de entonces una continua actividad teatral en este Corral de Comedias de Almagro.
Según las crónicas de la época, había más de 900 personas, hoy en día el aforo permitido para representaciones es de 282 personas en localidades sentadas
1967. Sorpresa para el Ministro de Turismo de la época
Un día de julio de 1967, de visita por Almagro, Fraga Iribarne, Ministro de Turismo, sugirió la posibilidad de realizar un ciclo de teatro clásico.
La idea no se quedo en el cajón de algún despacho, sino que la segunda cadena de Televisión Española (UHF) se puso manos a la obra y en el mes de septiembre lleno el Corral de Comedias de cámaras y cables.
La Plaza Mayor llena de “pequeñas pantallas”, no existían grandes plasmas como hoy en día, y bajo la mirada extraña de todos los habitantes de Almagro, el programa “Teatro de Siempre” transmitía en directo para toda España obras clásicas como “El Rufián Castrucho” y “La Villana de Getafe” de Lope de Vega, dirigida por Miguel Narros y Federico Ruiz. “La Dama Duende” y “El Gran Teatro del Mundo” de Calderón, dirigida por José Luis Alonso y Roberto Carpio....
Fueron dos ciclos solamente (1967-1968), el momento político hacia aguas...
Del 1969 a 1977, se celebraban funciones y certámenes estivales a cargo de compañías locales y de la provincia de Ciudad Real.



1º Festival de Teatro Clásico (1978)
En el año 1978, con Rafael Pérez Sierra como Director General de Teatro y Espectáculos del Ministerio de Cultura, se convocan en Almagro las primeras Jornadas de Teatro Clásico Español: una reunión de personalidades y expertos en diferentes campos del ámbito teatral, desde la crítica hasta la creación poética. Su fin era contrarrestar la separación entonces existente entre la escena y el mundo académico, así como dar continuidad a las representaciones estivales que tenían lugar en el Corral de Comedias. Pero, sobre todo, buscaban revitalizar el teatro clásico español y salvarlo del rechazo del público y de la crítica progresista.
Por otra parte, el protagonismo del propio Corral de Comedias, fue el hecho fundamental para situar la celebración de las Jornadas de Teatro Clásico en Almagro.
Paralelamente a la celebración de las jornadas, en el Corral de Comedias se llevaron a escena las siguientes representaciones:
Medora, de Lope de Rueda, por la compañía de la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid (RESAD)
La estrella de Sevilla, de Lope de Vega, dirigida por Alberto González Vergel
El despertar a quien duerme, de Lope de Vega, bajo la dirección de José Luis Alonso; además de Las danzas españolas de los siglos XVI, XVII y XVIII, dirigidas por Gregorio Paniagua.
El éxito del programa fue tal que, un año después, nació el Festival de Teatro Clásico de Almagro.
Corral de Comedias
Plaza Mayor, 18 - Almagro (Ciudad Real) - Spain
Horarios y como visitarlo:

Corral de Comedias
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12370 - Almagro (Ciudad Real) Spain
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